Sáb. Nov 16th, 2024
  • El Consejo de Ciencia del país presentó un anteproyecto a fines de diciembre para actualizar la ley de Ciencias
  • Parte de la comunidad científica lo ve como un retroceso en materia de participación y descentralización
  • Sugieren que sea discutido a profundidad para incluir la diversidad de actores en CyT

México se prepara para una nueva ley en ciencia y tecnología que sustituirá la legislación vigente desde 2002 con un anteproyecto que, según integrantes de la comunidad científica, no ha sido suficientemente discutido y otorga demasiado control a un solo organismo del Estado.

Los señalamientos se dan a partir de que el 14 de diciembre de 2020 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) aprobó un anteproyecto de Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI), que incluye cambios profundos en materia de gobernanza, financiamiento y participación del sector académico.

“Creo que la discusión que tenemos en estos momentos en México nos ha dado para reflexionar sobre cómo avanzar, cómo pensar en un cambio en la legislación, en una legislación que genere mejores condiciones para la ciencia mexicana”, dijo a SciDev.Net vía Zoom, Gabriela Dutrénit, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana e integrante de ProCienciaMX.

Este grupo, conformado por más de 400 investigadores de todo el país, promueve propuestas de política científica para el desarrollo de la ciencia básica, tecnología e innovación, según su sitio web.

En conferencia de prensa (11 de enero), representantes de ProCienciaMX presentaron su análisis del anteproyecto y expresaron su preocupación de que el Estado, y especialmente el CONACYT, tenga un papel central en la toma de decisiones de ciencia y tecnología del país y que se proponga una visión del conocimiento científico más social que integral.

“Creemos que falta consensuar con los actores del sistema nacional de ciencia y tecnología en virtud de que es una ley general, no nada más es una ley que rige al CONACYT”.

Alfonso Huerta Cruz, presidente de la Red Nacional de Consejos y Organismos Estatales de Ciencia y Tecnología (REDNACECYT)

Según dijo la directora del CONACYT, Elena Álvarez Buylla, en su informe de actividades 2020 (16 de diciembre), esa visión hace la diferencia de su gestión respecto a las anteriores. El anteproyecto “pone el desarrollo científico y tecnológico al servicio del ser humano y no al servicio de ningún interés que promueve, por ejemplo, las tecnociencias corporativas”, detalló en el documento.

De acuerdo con ella, el anteproyecto es el resultado más de 277 propuestas que el Consejo recibió entre 2019 y 2020, así como287 foros, conversatorios y mesas de diálogo.

“El anteproyecto, por tanto, está ampliamente discutido, consensuado y es el resultado del ejercicio amplio y plural de consulta con la comunidad y el sector de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación”, afirmó Álvarez Buylla.

Sin embargo, varios miembros de la comunidad científica consideran que la propuesta no fue suficientemente discutida ni incluye las diversas miradas surgidas de los diálogos previos.

Crédito de la imagen: Cortesía de ProCienciaMX.

Entre sus críticas señalan que CONACYT tendrá el poder en todas las instancias de decisión, y que los temas prioritarios en materia del HCTI serán designados por una Agenda de Estado

“Nosotros no decimos que no hay que atender los problemas nacionales, el tema es cómo se hace un equilibrio entre financiar problemas nacionales, estatales, regionales y locales, y cómo, al mismo tiempo, seguir apoyando la construcción de las capacidades científicas en el país”, señaló Dutrénit.

Otra crítica a la propuesta es que no se mencione la obligación del Estado a destinar el 1 por ciento del Producto Interno Bruto del país a CyT —como sí lo hace la ley vigente— y que el presupuesto nacional quedaría bajo la administración de CONACYT.

CONACYT pasaría de concentrar el 29 por ciento de dicho presupuesto al 100 por ciento, dejando a las secretarías de Estado que hoy financian investigación científica y tecnológica en el país sin presupuesto propio.

“Refleja una visión muy estricta de cómo CONACYT conceptualiza la ciencia y cómo debe normarse. Creemos que esto deber ser producto de una discusión más amplia”, señaló a SciDev.Net vía Zoom Alfonso Huerta Cruz, presidente de la Red Nacional de Consejos y Organismos Estatales de Ciencia y Tecnología (REDNACECYT).

Huerta Cruz considera que, si bien se ha hecho un esfuerzo importante para preparar este anteproyecto, debe ser tomado como base para una discusión más profunda.

“Creemos que falta consensuar con los actores del sistema nacional de ciencia y tecnología en virtud de que es una ley general, no nada más es una ley que rige al CONACYT”, agrega.

Dutrénit coincidió en que la nueva ley debe reconocer la diversidad de realidades que hay en México para hacer investigación. “Oír distintas voces es sumamente importante para definir estrategias y que el país, en su conjunto, avance”.

El anteproyecto, que hoy está en manos del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, será evaluado por el Ejecutivo y definirá los mecanismos para continuar con su discusión en los primeros meses de 2021.

Hasta el cierre de edición de esta nota, CONACYT no respondió a la solicitud de entrevista por parte de SciDev.Net.