Sáb. Nov 23rd, 2024

Vandalismo y saqueos son parte del resultado del cierre de las instituciones educativas por el Covid19.

El tan ansiado regreso a clases que busca la administración federal, está plagado de incertidumbre y de muchos contratiempos, pues de acuerdo a cifras recaudadas de marzo de 2020 a marzo de 2021, las escuelas de México han sufrido casi 7.000 robos, de acuerdo con datos de las fiscalías estatales y las secretarías de educación. En algunos casos, los delincuentes se han llevado material escolar, pero también han destrozado las instalaciones para arrancar tuberías y cables. Otra pregunta que muchos docentes se hacen respecto a estos actos vandálicos, es el hecho de no tener agua en mucha de las instituciones de educación y que no se ha visto un plan de implementación para filtros sanitarios o arcos de seguridad por parte de la Secretaría de Salud (SSA), lo que representaría un riesgo en la salud, tanto de alumnos, personal administrativo y maestros.

Cabe mencionar que los asaltantes de escuelas a lo largo de todo el país se llevan lavabos, grifos, váteres, proyectores, bocinas, ordenadores, instrumentos musicales, ventiladores, archiveros, impresoras o tuberías de cobre. Corre riesgo todo lo que encuentran a su paso. Pero no solo es lo que roban, también vandalizan, destruyendo cosas, rompen ventanas, fuerzan chapas, dejan desbaratados los marcos de las puertas y de las ventanas. Han dejado orinados los salones de clases y han defecado.

Desde que empezó la pandemia de la covid-19 en marzo de 2020, se han producido al menos 6.865 robos en centros educativos públicos y privados. Sin embargo, algunas entidades federativas, como el Estado de México, incluyen en su total de cifras otros espacios donde se imparten clases, como escuelas de música, además de las instituciones de educación infantil, primaria, secundaria y bachillerato. Siete Estados —Colima, Baja California Sur, Guerrero, Yucatán, Puebla, Zacatecas y Sonora— no han ofrecido datos, en algunos casos justificando que el robo a escuelas no es un delito tipificado y que se trata de estadísticas que deben crearse. La Secretaría de Educación Pública federal tampoco cuenta con registros agrupados.

Eso significa que en el  país se han producido 18 robos diarios durante el año que las escuelas han permanecido cerradas.

 “Oficialmente”, ha dicho López Obrador, las clases presenciales regresarán este 7 de junio de forma “voluntaria”. “Hay condiciones para el regreso, no podemos demorarnos porque nos va a significar atrasos”, ha defendido. Algunos Estados, como Campeche, ya habían reabierto. Allí las autoridades fueron cautelosas antes de empezar a rehabilitar los centros “para evitar que se volvieran a llevar las cosas”, según señaló en marzo el secretario de Educación, Ricardo Koh, que añadió que, sobre todo, los cables y otras instalaciones eléctricas recién reparadas se volvían a robar. “En algunos centros ya no tienen más que llevarse, solo entran a vandalizar”, agregó. En esta entidad federativa, hubo casi siete robos al mes a escuelas durante la pandemia, una de las medias más bajas del país, de acuerdo con las cifras recopiladas por este periódico.

Otros Estados como Jalisco o Guanajuato han registrado, de media, una mayor cantidad de robos mensuales en el último año: 65,2 en Jalisco, es decir, más de dos al día, y 48,5 en Guanajuato, más de uno diario. La capital del país ha sufrido más de 23 robos al mes de media. Aun así, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, asegura que no es “un problema generalizado” ni “grande para la ciudad”: “Son muy poquitas donde ha habido una vandalización mayor, donde entraron a robarse una taza de baño o una computadora. En la gran mayoría es algo menor: se pintaron graffitis dentro o se rompieron vidrios”.