Sáb. Nov 23rd, 2024

Representantes de la mina acudieron al pueblo, y aseguraron a las cerca de 40 familias, que el derrame no representaba ningún peligro para la salud, y que ellos se harían cargo de lo su sucedido

Una presa que guardaba desechos mineros se rompió en el municipio de Cosalá, en la zona serrana de Sinaloa, derramando sus residuos sobre el cauce del Río San Lorenzo, sin que nadie diera aviso a las autoridades.

Los habitantes de San José de las Bocas, una pequeña comunidad de poco más de 170 habitantes, enclavada en la serranía, fueron quienes se percataron de lo sucedido, al ver maquinaria de la mina trabajando dentro del cauce del río, actualmente seco a consecuencia de la sequía extrema que enfrenta el estado.

Ante la preocupación, los representantes de la mina acudieron al pueblo, y aseguraron a las cerca de 40 familias, que el derrame no representaba ningún peligro para la salud, y que ellos se harían cargo de lo su sucedido.

Pero los días han transcurrido, y las primeras lluvias se han registrado en la sierra de Cósala, lo que ha traído preocupación a los habitantes de San José de las Bocas, pues los desechos continúan sobre el río, el mismo del que abastecen los pozos de agua que utilizan en la comunidad.

Candelaria Castañeda Madero, es habitante de esta pequeña comunidad, y ahora vive con temor de que los desechos de la mina ya se encuentren sobre el manto friático, y pueda terminar dentro de sus hogares.

“Porque aquí pura agua de pozo, y ya ve que el pozo del agua está al lado de abajo, y seguramente se va a consumir esa agua al pozo donde nos beneficiamos en la comunidad”, manifestó.

Basta adentrarse un poco al río para darse cuenta de la magnitud del problema, a tan solo unos metros del pueblo ya hay sedimentos, y un poco más arriba, con dirección a la mina, las cantidades son preocupantes.

Los residuos desprenden un fuerte olor a minerales, lo que aumenta el miedo de los pobladores, y son visibles en unos 10 kilómetros, desde la mina, hasta la comunidad de San José de las Bocas.

Fernando Trujillo Corrales, otro habitante de esta comunidad, también se muestra preocupado, porque tan solo unos kilómetros aguas abajo, se localiza la Presa José López Portillo, una de las más grandes en Sinaloa, y en donde trabajan la mayoría de los habitantes de San José.

“Si esos jales (desechos) deberás son venenosos, van a terminar con la presa, nomás que venga la lluvia, y que se venga el arroyo, todo va ir a la presa, no está lejos de aquí”, insistió.

El personal de la mina recogió algunos sedimentos, y realizó hoyos dentro del cauce del río para que la corriente arrastrara los desechos, cuando inicie la temporada de lluvia en Sinaloa, y a pesar de que algunos se han acumulado, otros han continuado aguas abajado.

Los habitantes de San José denuncian que ninguna autoridad ha acudido a la zona, para realizar estudios y determinar el posible daño para la salud de los pobladores, y al ecosistema.

Los residuos mineros que fueron esparcidos sobre el río son producto de la trituración de materiales, mediante un proceso físico y químico, para la extracción de algunos minerales, en este caso; oro, plata, plomo, cobre, hierro y zinc, lo que resulta peligroso para el ser humano, y para el medio ambiente.

Fuente: Excélsior