Sáb. Sep 21st, 2024

El proyecto conocido como ShareArt es un sistema “para monitorear la apreciación y el uso de las obras de arte por parte de los visitantes” de un museo.

En los últimos años, el arte y la tecnología han hecho un matrimonio en el que la segunda ha sido como un representante de la primera, impulsando la fama de importantes obras de arte en el mundo, además de aportar en la creación de distintas apps y convocatorias para que las personas puedan conocer a artistas emergentes.

Así, en medio de esa importante unión, la realidad aumentada también ha tomado protagonismo, tal y como lo muestra la nueva estrategia usada por los museos en Italia, en la que se hace uso de esta tecnología para conocer de primera mano lo que los espectadores piensan de una obra cuando la observan.

El proyecto conocido como Share Art fue realizado por la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible de Italia (ENEA), y probado por primera vez en Bolonia. Con ayuda del Istituzione Bologna Musei, la ENEA desarrolló un sistema “para monitorear la apreciación y el uso de las obras de arte por parte de los visitantes, gracias a la inteligencia artificial y las aplicaciones de big data”.

De esta forma, de acuerdo con un comunicado expuesto por la ENEA, “el innovador sistema es capaz de “medir” la satisfacción de una obra de arte compartiendo numerosas informaciones obtenidas mediante el registro y seguimiento de algunos indicadores, sin involucrar directamente a los visitantes”; es decir, una vez las cámaras captan la atención de los espectadores y el tiempo que estos estuvieron observando una obra, el sistema se encarga de arrojar los resultados del análisis en una base de datos que daría al museo ideas para mejorar su exhibición.

“A través de una cámara colocada cerca de la obra, el sistema detecta automáticamente los rostros que miran en la dirección de la propia obra, adquiriendo datos relacionados con el comportamiento de los observadores como, por ejemplo, el camino recorrido para acercarse, el número de personas que ‘han observado, el tiempo y la distancia de observación, el género, la clase de edad y el estado de ánimo de los visitantes que observan “, explicaron Stefano Ferriani, Giuseppe Marghella, Simonetta Pagnutti y Riccardo Scipinotti, participantes del proyecto y miembros de ENEA.

De esa forma, esta nueva tecnología podría ser una guía para saber qué obras de arte son más atractivas al público, y así dar más protagonismo a estas. Igualmente, puede servir para replantear la puesta en escena de una pieza en particular, teniendo en cuenta los detalles más observados por los visitantes y la dirección en que llegan para contemplarla.

“Los datos recopilados constituyen un capital de información muy valioso para los operadores de museos, quienes a través del análisis de datos concretos pueden resaltar fortalezas y posibles problemas críticos y evaluar posibles mejoras para optimizar la exposición de las obras en sí y el recorrido de la visita, midiendo luego los efectos de las acciones realizadas procesando una gran cantidad de datos”, dijo un vocero del Istituzione Bologna Musei.

Asimismo, los encargados del proyecto ya dieron a conocer algunos resultados que ha dejado la investigación, como que la mayoría de los espectadores no observan una obra más de cuatro o cinco segundos, mientras que el tiempo máximo que captan las mejores obras no superan los 15 segundos de observación.

Por último, indicaron que, “en esta fase de complejidad de gestión para la pandemia covid-19, el sistema Share Art también se puede utilizar para aumentar la seguridad de los ambientes del museo al detectar el uso correcto de la máscara y el alejamiento de los visitantes, activando en tiempo real una señal visual para recordar el cumplimiento de los protocolos de salud”.

Fuente: Infobae