En el mismo día en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que México puede entrar en recesión por los embates de la guerra arancelaria desatada por Donald Trump, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) también prevé que la actividad económica pierda fuerza bajo el primer tramo de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
De acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), se estima que en marzo de 2025 la economía mexicana haya retrocedido 0.16% a tasa anual.
Se trataría del segundo mes consecutivo de contracción, tras una caída prevista de igual magnitud en febrero. En enero, aunque aún había signos de resistencia, el crecimiento presentó un avance estimado de 0.04%.
Así, al promediar los datos preliminares, el primer trimestre de 2025 exhibiría una contracción anualizada de 0.09%, un resultado que empieza a tensar la narrativa oficial sobre la resiliencia económica que había prometido el gobierno del segundo piso de la Cuarta Transformación.
El deterioro no es homogéneo. Hay que tener presente que el IOAE se integra por dos actividades económicas: las secundarias y las terciarias.
El desplome se siente más en las actividades secundarias, que son manufactura e industria. Las cuales, de acuerdo con el mismo IOAE, habrían registrado en marzo una caída de 0.34% anual, borrando el crecimiento de 0.37% observado en febrero. En enero, ya se había anticipado una contracción de 2.75%.
El sector manufacturero, base de la economía mexicana, se ha convertido en el primer frente de batalla frente a la ola proteccionista de Trump.
Aunque las actividades terciarias, que son comercio y servicios, aún muestran cierta resiliencia, su crecimiento también se está debilitando. En marzo de 2025 se proyecta un avance anual de apenas 0.34%, menor al 0.39% de febrero y al 1.03% de enero.
Y es que el freno económico también se refleja en el consumo de los hogares, un termómetro esencial para medir el ánimo y la salud de la economía mexicana.
Precisamente, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) también informó que en marzo las ventas de tiendas con más de un año de operación apenas crecieron 1.0% anual, el avance más débil desde marzo de 2020, en plena irrupción de la pandemia.
Para poner en contexto, en marzo de 2024 el incremento fue de 7.9% anual, en 2023 de 4.2%, en 2022 de 8.8% y en 2021 de 6.5%.
La pérdida de dinamismo también fue capturada por el Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) del Inegi, que mide el gasto diario de las familias mexicanas.
En marzo, este indicador presentó una contracción de 2.55% anual, la caída más profunda desde febrero de 2021, cuando los estragos de la emergencia sanitaria provocaron una disminución de 5.32%.
Las señales de alerta ya no solamente vienen del exterior, también desde el corazón de la actividad interna del país.