28 de junio 2020., En la democracia mexicana donde se impone la ley del más fuerte, Zacatecas es el vivo ejemplo de que por encima de la elección de los ciudadanos va la imposición. A un año de los próximos comicios en las que se elegirá al mandatario estatal, personajes cercanos a David Monreal Ávila ya están moviendo todas sus piezas para que éste sea designado (por tercera ocasión) candidato oficial a la gubernatura del estado.

Como sabemos, en este México tan golpeado por las mafias, para poder tener la seguridad que está mostrando el menor de los Monreal hay que tener un as bajo la manga, que podría ser alguno de estos aspectos: el primero, el narcotráfico está tratando de imponer a David Monreal y ante eso nadie se atreverá a discutir una sola palabra; y segundo, el tráfico de influencias se está dando al mas alto nivel dentro de las esferas políticas, ya sea en el Senado de la República en donde por “casualidad” su hermano Ricardo Monreal Ávila es líder de la bancada de Morena, o peor aún, si se llega a dar la imposición desde la Presidencia de la República, en donde también por “casualidad”, David ocupa el cargo de Coordinador General de Ganadería del Gobierno Federal.

Es indispensable recordar que, en primer caso, la familia Monreal desde hace más de diez años ha sido señalada y acusada legalmente por sus indudables nexos con el narcotráfico, claro ejemplo es el aseguramiento de 14.5 toneladas de marihuana realizado el 22 de enero del 2009 por elementos del Ejército en una planta deshidratadora de chiles, propiedad de Cándido y David Monreal, en donde su único argumento de defensa fue que ellos no sabían, que no habían visto nada y que se trataba de una campaña de desprestigio de sus adversarios políticos.

Las dos personas detenidas durante el aseguramiento de la droga e identificados como sicarios del Cártel del Golfo (Reynaldo Piña Reséndez y Jorge Cervantes Rodríguez) fueron “casualmente” liberadas junto con otros 51 reos la madrugada del 16 de mayo del 2009, del penal de Cieneguillas, Zac., tan sólo 4 meses después de su detención. Hasta el día de hoy no se sabe si continúan con vida.

Dicho sea de paso, el rancho propiedad de los hermanos Monreal, fue embargado a sus anteriores dueños en el 2003, por el entonces distinguido, honrado y perseguidor de los corruptos, el gobernador por el Partido de la Revolución Democrática, Ricardo Monreal Ávila (1998 – 2004). Mismo periodo en el que la administración estatal adjudicó la planta a los hermanos Cándido y David Monreal Ávila, y el 15 de enero de 2004 les otorgó el título de propiedad.

En el segundo caso, el tráfico de influencia es indudable, ya que ha sido y seguirá siendo protegido por su hermano, el actual líder de la bancada de Morena en el Senado de la República; quien por cierto trata de no entrar en confrontaciones con la cúpula de su partido y mucho menos con sus opositores, para mantener las pretensiones de su hermano de ser el próximo gobernador de Zacatecas.

Otro ejemplo del tráfico de influencias, es que a pesar de la innumerable cantidad de irregularidades en la que se han visto involucrados se encuentran libres y peor aun trabajando, en el caso de David, siendo parte del círculo cercano del presidente de la República. A lo cual podemos atribuir el descaro con el que realiza actos de campaña de manera anticipada, violando la Ley Electoral y bajo el amparo de un cargo público, seguro de que nadie hará nada en su contra.

Otra de las tantas manchitas que tiene David, es la denuncia realizada en su contra por enriquecimiento ilícito, ya que no coincide su patrimonio con las percepciones económicas que declaró en la iniciativa “3 de 3”, de sus ingresos en los diferentes cargos que ha ostentado dentro de la vida política, ya que hasta el 2015 sus bienes representaron un monto de 27 millones de pesos, lo que refleja que tiene ingresos extras de los negocios que se generan en el racho del que él y su hermano son dueños, del mismo rancho del que salían toneladas de mariguana.

De todo esto surgen las siguientes interrogantes: ¿No tiene Morena entre sus filas a un ciudadano con prestigio, cercano a la gente y que de manera democrática pueda ser elegido para representar a su partido dignamente en las elecciones de Zacatecas? ¿Los integrantes de Morena serán sometidos al candidato que imponga el narcotráfico? ¿El candidato a gobernador de Zacatecas será impuesto por el presidente, mismo que en repetidas ocasiones ha dicho que no intervendrá en ningún asunto electoral de su partido?

Para terminar, recordemos que David Monreal es un personaje que por su trayectoria política ha demostrado que no tiene ni conoce la ética, ni las ideologías partidistas, lo único que conoce es su interés personal, busca satisfacer su ansia de poder y lo ha demostrado en pocos años, ya que: ha militado en cuatro partidos diferentes, ha sido candidato a gobernador en 2010 por el Partido del Trabajo y en 2016 por Morena, en donde la ciudadanía ha dejado en claro que no quiere a un gobernador con la trayectoria negativa y delictiva como la de David.

A pesar de ello, su hambre de poder o sus compromisos con el narcotráfico, lo empujan a buscar a como dé lugar, ser por tercera ocasión candidato a la gubernatura, sin importar lo que la militancia de Morena opine.

El Movimiento de Regeneración Nacional tiene en sus manos la oportunidad de demostrar si realmente quiere ser un partido demócrata como lo han presumido, o continuar siendo una sucursal del PRI, anti democrático, involucrado con el narcotráfico y que no toma en cuenta la opinión de sus militantes.