Las aguas frescas son las bebidas no alcohólicas mexicanas por excelencia. Se toman en la comida, en la calle para refrescarse del calor, en las fiestas, reuniones y todo tipo de eventos. Un buen vaso de esta icónica bebida es el acompañante perfecto para la mayoría de los platillos mexicanos.
Sabores hay muchos, pero hay uno que es popular a nivel internacional: el agua de horchata. Taste Atlas, enciclopedia culinaria que analiza la gastronomía de todo el planeta tiene muy buenas calificaciones para lo que se prepara en México.
A la tradicional agua de horchata, Taste Atlas le pone 4.5 estrellas de 5, lo cual es una calificación más que alta. Además, la describe así:
“En su forma básica, la horchata es una bebida a base de arroz que se elabora remojando el cereal en agua, generalmente junto con canela. La combinación se mezcla, generalmente se endulza y se cuela para alcanzar una textura suave y cremosa. La horchata tiene una larga historia y probablemente raíces europeas y africanas”.
Y añade: “En América Latina, el nombre ahora se usa principalmente como término genérico para una amplia categoría de bebidas relacionadas: se basan en granos, frutas, semillas y, a veces, incluso hierbas y especias. La horchata probablemente se originó en México, donde se conoce desde el siglo XVI”.
“La horchata mexicana se vende a través de vendedores ambulantes y se encuentra comúnmente en restaurantes mexicanos dentro y fuera del país. También están disponibles versiones embotelladas o en polvo. La horchata se sirve mejor bien fría”, cuenta Taste Atlas.
Aguas Frescas para la temporada de calor.
En México, la tradición de las aguas frescas es una parte integral de su gastronomía. Estas bebidas, elaboradas con ingredientes naturales, son imprescindibles para combatir el calor. A continuación, una lista de algunos de los sabores de agua más ricos y populares en México:
Agua de Horchata: Esta bebida se elabora con arroz remojado, canela y azúcar. A menudo, se le añade leche evaporada o condensada para darle una textura más cremosa. Su sabor suave y dulce la hace muy popular entre niños y adultos.
Agua de Jamaica: Conocida por su color rojo intenso, esta bebida se prepara con flores de hibisco secas que se hierven y luego se endulzan. Es conocida por su sabor ligeramente ácido y su capacidad para refrescar y revitalizar.
Agua de Tamarindo: Elaborada con tamarindo, una fruta que ofrece un sabor agridulce. La pulpa de tamarindo se mezcla con agua y azúcar, creando una bebida equilibrada que es ácida y dulce a la vez. Es una opción popular para acompañar comidas picantes.
Agua de Limón con Chía: Una mezcla sencilla pero deliciosa de jugo de limón fresco y semillas de chía. Las semillas de chía no solo añaden una textura interesante, sino que también aportan beneficios nutricionales, como fibra y ácidos grasos omega-3.
Agua de Sandía: Ideal para los días calurosos, esta agua se hace licuando sandía fresca con un poco de agua y azúcar. Su sabor dulce y alto contenido en líquido hacen que sea extremadamente refrescante.
Agua de Pepino con Limón y Menta: Una opción ligera y refrescante, perfecta para desintoxicar el cuerpo. Se elabora licuando pepino con jugo de limón y hojas de menta, resultando en una bebida refrescante y saludable.
Agua de Melón: Similar a la de sandía, esta bebida se prepara licuando melón con agua y azúcar. Su sabor dulce y su aroma distintivo la hacen irresistible.
Agua de Fresa: Hecha licuando fresas frescas con agua y azúcar. Esta bebida es perfecta para los amantes de los frutos rojos y funciona bien en todo tipo de celebraciones.
Estas aguas frescas no solo son populares por su sabor, sino también por su capacidad para hidratar y refrescar durante todo el año, especialmente en el verano. Cada una refleja la riqueza de ingredientes naturales presentes en México, ofreciendo una experiencia única y deliciosa.