Sáb. Nov 23rd, 2024

La erupción volcánica en Tonga, una de las más potentes del mundo, expulsó tal proporción de vapor de agua a la atmósfera que es factible que caliente temporalmente el área de la Tierra, según las detecciones de un satélite de la NASA.

Una vez que el volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai entró en erupción el 15 de enero, a 65 kilómetros al norte de la ciudad más importante de Tonga, causó un tsunami y una explosión sónica que entregó la vuelta al mundo, 2 veces.

La erupción mandó una enorme columna de vapor de agua a la estratosfera, que está entre 12 y 53 kilómetros (entre 8 y 33 millas) por arriba de el área de la Tierra. Era suficiente agua para colmar 58.000 piscinas olímpicas, según con las detecciones de un satélite de la NASA.

La detección ha sido desarrollada por el instrumento Microwave Limb Sounder (MLS) del satélite Aura de la NASA. El satélite mide el vapor de agua, el ozono y otros gases atmosféricos. Luego de la erupción, los científicos se sorprendieron por las lecturas de vapor de agua.

Calculan que la erupción aportó 146 teragramas de agua a la estratosfera. Un teragrama es el equivalente a un billón de gramos, y en esta situación, equivalía al 10% del agua ya presente en la estratosfera.

Aquello es casi 4 veces la proporción de vapor de agua que alcanzó la estratosfera tras la erupción del Cerro Pinatubo en 1991 en Filipinas.

Un nuevo análisis sobre los resultados del vapor de agua se divulgó en julio en Geophysical Research Letters.

«Jamás habíamos observado nada parecido», mencionó el creador del análisis, Luis Millán, científico atmosférico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en la parte sur de California, en un informado. «Tuvimos que examinar cuidadosamente cada una de las mediciones en la columna para asegurarnos que eran fiables».

Vigilando la Tierra

El instrumento Microwave Limb Sounder puede medir las señales naturales de microondas de la atmósfera terrestre y detectarlas inclusive por medio de espesas nubes de ceniza.

«El MLS ha sido el exclusivo instrumento con una cobertura lo suficientemente densa como para captar la columna de vapor de agua en el instante en que se producía, y el exclusivo que no se observó perjudicado por la ceniza que soltó el volcán», comentó Millán.

El satélite Aura se arrojó en 2004 y, a partir de entonces, solo ha medido 2 erupciones volcánicas que elevaron una porción destacable de vapor de agua a enorme elevación en la atmósfera. Empero el vapor de agua de la erupción Kasatochi de 2008 en Alaska y la erupción Calbuco de 2015 en Chile se disiparon con bastante velocidad.

Comúnmente, las potentes erupciones volcánicas como la del Cerro Pinatubo o la del Krakatoa de 1883 en Indonesia enfrían la temperatura de el área de la Tierra ya que el gas, el polvo y las cenizas que arrojan reflejan la luz solar hacia el espacio. Este «invierno volcánico» se produjo tras la erupción del cerro Tambora en 1815, desencadenando «el año sin verano» en 1816.

La erupción en Tonga ha sido distinto ya que el vapor de agua que mandó a la atmósfera puede atrapar el calor, lo cual podría provocar temperaturas más cálidas en el área. Según los estudiosos, el exceso de vapor de agua podría quedar en la estratosfera a lo largo de diversos años.

El vapor de agua adicional en la estratosfera además podría ofrecer sitio a actitudes químicas que contribuyan temporalmente al debilidad del ozono defensor de la Tierra.

Anatomía de una erupción

Afortunadamente, se espera que el impacto de calentamiento del vapor de agua sea diminuto y temporal, y que se disipe mientras el vapor extra reduzca. Los estudiosos no creen que sea suficiente para empeorar las condiciones existentes gracias a la crisis climática.

Los estudiosos creen que el motivo primordial de la proporción de vapor de agua lanzada se debería a la hondura de la caldera del volcán, 150 metros por abajo de el área del mar.

Si fuera bastante intensa, la hondura del mar habría silenciado la erupción, y si fuera bastante superficial, la proporción de agua de océano calentada por el magma en erupción no habría coincidido con lo cual alcanzó la estratosfera, mencionaron los estudiosos.

Los científicos siguen haciendo un trabajo para entender la inusual erupción energética y todos sus superlativos, integrados los vientos huracanados que llegaron al espacio.