El cónsul adscrito en Shanghái, Leopoldo Guadalupe Michel Díaz, fue relevado de sus funciones luego de aparecer en un video agrediendo verbalmente a personal diplomático del Consulado General de México en China, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La Subcomisión de Asuntos Disciplinarios de la Comisión de Personal del Servicio Exterior Mexicano expidió medidas para prohibir el acceso del funcionario a las instalaciones de la representación consular, indicó la dependencia en un comunicado.
“Por instrucciones de la canciller, Alicia Bárcena Ibarra, el día de hoy el C. Leopoldo Guadalupe Michel Díaz fue relevado con efectos inmediatos de sus funciones como cónsul adscrito en el Consulado General de México en Shanghái”, puntualizó la SRE.
El jueves circuló un video en el que se aprecia que Michel Díaz confrontó con groserías y burlas a Isidro Rodríguez, cónsul general, y a un trabajador del consulado mexicano en China.
La cancillería agregó que Michel Díaz cuenta con una notificación de traslado a México, desde el 11 de julio, por violar medidas cautelares impuestas en su momento para la protección del personal del consulado en Shanghái.
Leopoldo Guadalupe “enfrentará un proceso disciplinario en la SRE conforme a la Ley del SEM y su Reglamento”, aseguró la dependencia.
“La SRE reitera su política de cero tolerancia a actos de acoso, hostigamiento y violencia o cualquier conducta que atente contra su Código de Ética”, indicó.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que prevé una conversación con los mandatarios de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; México, Andrés Manuel López Obrador, y Colombia, Gustavo Petro, para abordar la crisis desatada luego de las elecciones del 28 de julio, cuyo resultado -que ratificó la victoria del líder chavista- es señalado de fraudulento por la oposición mayoritaria.
“Está pendiente una conversación con los 3 presidentes, esperemos que se dé”, dijo el mandatario a la salida del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Nicolás Maduro compareció ante los magistrados de la Sala Electoral -controlada por jueces afines al chavismo-, como parte de la revisión judicial del resultado comicial, que solicitó el propio presidente.
Aseguró que hace días, sin precisar cuándo, se iba a concretar esta llamada pero fue cancelada de último minuto por problemas de agenda de alguno o algunos de los interlocutores, cuyas cancillerías publicaron ayer un comunicado conjunto en el que pidieron que el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique los resultados desglosados que certifican la victoria de Nicolás Maduro.
“Respeto profundamente a estos tres presidentes y con ellos me comunicaré en su momento preciso”, prosiguió el jefe de Estado, que aseguró estar disponible “al teléfono las 24 horas del día” para conversar con estos mandatarios, considerados sus aliados políticos en la región.
Insistió en que respeta la soberanía de cada uno de estos países, por lo que no hará comentarios sobre sus Gobiernos, y que cuando llegue el momento explicará con detalles a sus presidentes la “situación difícil de entender” que atraviesa Venezuela.
“Todo lo que circula en los medios de comunicación en esos países es manipulación, (pero nosotros) somos expertos en derrotar eso, tenemos el poder para vencer la mentira”, añadió.
El CNE denunció haber sufrido un ataque cibernético a su sistema el día de las votaciones, lo que no impidió la proclamación de Maduro sin aportar evidencias, mientras que la oposición presentó en una página web miles de actas de votación que darían la victoria abrumadora a su candidato, Edmundo González Urrutia.
La denuncia de fraude y las protestas poselectorales -algunas devenidas en hechos de violencia que se saldan con 24 civiles muertos, según la ONG Provea- son vistas por el Ejecutivo como un “golpe de Estado cibernético”, por lo que ha ordenado extremar el control policial y militar.