El oro está a punto de cerrar 2025 con la mayor suba anual en 45 años. La plata también alcanzó máximos históricos, impulsada por las tensiones geopolíticas y las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal.
A 8 días de terminar el año, el metal precioso alcanza un nuevo máximo histórico al cotizar a US$ 4463 la onza, con una suba diaria del más de 1,7%. En lo que va del año, el metal acumula un avance cercano al 70%, consolidándose como uno de los principales refugios de valor en un contexto de creciente incertidumbre global.
Con este desempeño, el oro se encamina a cerrar 2025 como el año de mayor apreciación desde 1979. La plata acompañó la tendencia y también marcó un récord, al subir 2,35% hasta los US$ 69 por onza.
La escalada de ambos metales responde, en parte, a la expectativa de los mercados de que la Reserva Federal de Estados Unidos continúe con el ciclo de recortes de tasas en 2026, lo que debilita al dólar y vuelve más atractivos a los activos reales. También influyen las señales del presidente Donald Trump a favor de una política monetaria más flexible y el aumento de las tensiones geopolíticas, en particular el conflicto entre Estados Unidos y Venezuela.
«La bajada de las tasas favorece la demanda de activos reales como el oro y la plata. Pero también tenemos el cobre en máximos históricos, lo que indica el deseo de los inversores de mantener la exposición a materias primas en general, probablemente debido a las expectativas de que la inflación podría mantenerse más alta durante más tiempo», indica Giovanni Staunovo, del banco de inversión UBS.
El rally del oro y la plata tuvo un impacto inmediato en los mercados bursátiles: las acciones de las principales mineras que cotizan en Nueva York y Londres registran subas de hasta 3,7% en la apertura de Wall Street.
«Dado que diciembre suele arrojar rendimientos positivos para el oro y la plata, la estacionalidad está de su lado», afirma Matt Simpson, analista sénior de StoneX, a Reuters. Y agrega: «Puesto que el oro ya ha subido un 4% este mes y nos acercamos al final del año, es posible que los alcistas quieran actuar con cautela, ya que los volúmenes se agotarán y las probabilidades de toma de ganancias también aumentarán».
Tradicionalmente considerado un activo refugio, el oro se ha visto respaldado por el aumento de la tensión geopolítica y comercial, las compras constantes de los bancos centrales y las expectativas de bajadas de los tipos de interés el año que viene.
La caída del dólar ha contribuido a abaratar el metal para los compradores extranjeros.
Por qué el oro vive su mejor año en más de cuatro décadas
El récord alcanzado por el oro se da en un año marcado por la volatilidad financiera, la guerra arancelaria impulsada por Estados Unidos y un contexto global de mayor inestabilidad. A eso se suma el rol de los bancos centrales, que continúan reforzando sus reservas en oro como estrategia de cobertura frente a un escenario de tasas más bajas y mayor incertidumbre económica.